No os descubro nada si os digo que somos animales de costumbres o, al menos, yo lo soy. Y tampoco os descubro nada si os digo que soy capaz de descubrir cosas nuevas en calles por las que he pasado un millón de veces, sólo porque antes no me he fijado.
Esto es lo que me ha pasado en la zona de la plaza Calvó y la calle Dominics.
Están al ladito de la entrada del Cosmocaixa por la calle QuatreCamins. Con mi niño hemos ido mil veces y mil veces hemos pasado al lado sin ver. Sin embargo, el otro dia, cuando volvíamos de hacer las fotos del Cementiri de SantGervasi, se me hizo la luz.
Lo primero que me llamó la atención fue una preciosa casa blanca, con las ventanas y las puertas ribeteadas de trencadís, que está en la esquina de Dominics con QuatreCamins. A partir de allí, empecé a pasear y fue una delicia: zona tranquila, con poca circulación, sin turistas y con un montón de casas por descubrir.
Lo primero que me llamó la atención fue una preciosa casa blanca, con las ventanas y las puertas ribeteadas de trencadís, que está en la esquina de Dominics con QuatreCamins. A partir de allí, empecé a pasear y fue una delicia: zona tranquila, con poca circulación, sin turistas y con un montón de casas por descubrir.

La Marquesa de Moragas
A diferencia de lo que pasó en el resto de SantGervasi, donde su urbanización estuvo ligada a hombre ilustres (léase ricos), como Craywinckel, Castanyer, Dalmases, Bertran…, la urbanización de esta zona se debe a una mujer: Maria de la Consolació de Moragas i de Quintana, Marquesa de Moragas.
Sin embargo, Dña. Consolació no nació marquesa.
De ella dicen que fue una mujer emprendedora y caritativa.
A los 20 años se casó con el viudo Joaquim Castanyer i Mollet, que entonces tenía 44 años. 9 años después, en 1858, el Sr. Castanyer falleció sin dejar descendencia por lo que Consolació fue su heredera universal.
No he conseguido averiguar si la familia de Moragas era de notable fortuna pero, en todo caso, lo que sí sé es que Joaquim Castanyer era uno de los financieros más acaudalados de Barcelona, con lo que la desconsolada viuda debió adquirir un importantísimo patrimonio. Entre él, la famosa Torre Castanyer que, embargada a la Marquesa por la República durante la Guerra Civil, alojó a Machado antes de partir al exilio.
Sea como sea, dos años después de quedar viuda, Dña. Consolació se volvió a casar con el también viudo Josep Rufí Vidal de Nadal. De esta forma pasó a formar parte de la sociedad textil «Parellada y CO» de Eusebi Güell, aumentando aún más su fortuna. De este matrimonio nació una hija, María de la Consolidación Vidal y de Moragas.
Tras el fallecimiento de su segundo esposo, Dña. Consolació consiguió que el papa Pío IX, en 1876, le concediera algo tan exótico como un título nobiliario pontificio. Así pasó a ser la Marquesa de Moragas.

Calle Dominics
Entre otras muchas actividades, la flamante Marquesa de Moragas compró el Mas Vendrell. Un terreno que se extendía desde la Torre de Bellesguard hasta la Capella de Betlen (donde hoy está el Cosmocaixa) y desde la calle Pedralbes (actualmente, Jesus i Maria) hasta el Torrent del FrareNegre (actualmente, calle del Cister).

Decidió que iba a urbanizarlo, siguiendo la corriente de moda de la época, y que empezaría por un pequeño cuadrado de apenas 130 metros que incluía las actuales calles de Dominics, Vendrell, Jesus i Maria y SantLiguori. Este primer proyecto de urbanización se aprobó el 19 de enero de 1893.
El resto de la zona, excepto la parte que vendió para la construcción del Convent de Valldonzella, fue urbanizada por su hija en un proyecto de 1911, tras el fallecimiento de su madre en 1904.
Los que seguís el blog no os extrañará el nombre de Dominics, orden que poseían un gran terreno en la zona. Los que no, os invito a leer la entrada sobre la urbanización de la Avenida Tibidabo.
En la calle Dominics destacan 3 casas, los números 33, 26 y 14.
Dominics, 26
Si entráis por la plaza Calvó, en la misma esquina con Quatre Camins veréis las dos primeras.
La más original es la del número 26, la casita blanca de que os hablaba al principio. Poca, poquísima documentación he encontrado sobre ella.
La casa no consta en el catálogo de Patrimonio Histórico-Artístico.
Pregunté al respecto a la Ruta del Modernisme porque saben un montón (os recomiendo que les sigáis @RutaModernisme, son súperinteresantes), y me contestaron que la única información que tenían era que el Inventario no publicado de Valentí Pons, que abarca todo lo que consideró Modernismo, consta como obra de un tal Eusebi Climent Viñola, maestro de obras que trabajó en Barcelona a partir de 1870.
Desde aquí, muchas gracias a todo el equipo de la Ruta del Modernisme por la ayuda.
Consulté también el catastro (es que una es así de cabezota) y la fecha que consta es 1936 y está declarada como vivienda. Sin embargo, teniendo en cuenta que la urbanización esta zona de la calle Quatre Camis es de esa fecha, no sé hasta qué punto la casa no será anterior.
Lo que sí os puedo decir es que, durante las Olimpiadas del ‘92, fue uno de los restaurantes más “cools” de Barcelona. Se llamó Servicio Wilson (todavía puede leerse el nombre en su pared, en trencadís blanco) y era propiedad de Custodio Dalmau (Custo Barcelona para los amigos). En él se reunía lo más de lo más. Como curiosidad, os diré que encontré, en una Vanguardia de la época, un artículo en el que se recogía una noche loca de Chaveli (la hija de Julio Iglesias) en el local y el periodista afirmaba (sic)“… se pasó la noche llamando por un teléfono de bolsillo (es una hortera, pues eso ya no se lleva nada)…”. Ahí lo clavó, claro que sí!
Despues tuvo que estar en declive ya que en una entrada de noviembre de 2012 del blog “La Barcelona d’abans, d’avui i de sempre” se ven las ventanas tapiadas con ladrillos.
En la actualidad no están tapiadas y consta domiciliada una tal Sociedad General Casablanca, SL, dedicada a la explotación de bares musicales. Sin embargo, mucho movimiento no se ve y no le vendría mal una limpieza.
Dominics, 33
Justo enfrente se encuentra el número 33, un edificio mucho más grande, se me antoja que con cierto aire moruno.
Se trata de un edificio realizado por Bernardí Martorell i Puig, entre 1912-194. Bernardí Martorell era el sobrino de Joan Martorell, maestro de Gaudí y para quien éste trabajó de delineante en numerosos proyectos.
En la misma zona, Bernardí Martorell realizó dos obras fantásticas: el Convent del Redemptor, actual sede de la Universidad Abad Oliva, justo al lado de la Torre Bellesguard, y el Convent de Valldonzella, justo enfrente del que nos ocupa, cruzando la plaza Calvó.
La casa está catalogada como “Xalet propi” y, durante algunos años, fue la Clínica médica de “la Caixa”.
Actualmente, acoge al colegio Centre María Reina de las Religiosas del Buen Pastor.
Casa Rialp
En el número 14 de la calle Dominics encontramos la imponente Casa Rialp.
La Casa Rialp fue realizada por Joan Rubió i Bellver en 1908-1910 como residencia del industrial barcelonés Claudi de Rialp Navinés.
Joan Rubio i Bellver, fue discípulo de Gaudí y trabajó con él desde 1893 hasta 1905 en la Sagrada Familia, en la Casa Batlló y en el Park Güell.
Es el mismo arquitecto del Frare Blanc, Golferich o del famosísimo Puente de la calle del Bisbe (seguramente el más fotografiado de Barcelona) y era hermano de Marià Rubió i Bellver, el ingeniero que dirigió la urbanización del Tibidabo para el Dr. Andreu y tío de Nicolau Rubió i Tudurí, discípulo de Forrestier, que realizó los Jardines de Pedralbes o los de la Tamarita.
Como veis, todo quedaba en familia.
Por su parte, Claudi de Rialp fue industrial y consejero del Ayuntamiento. Además fue un apasionado del ciclismo creando la Sociedad de Velocipedistas de Barcelona, antecedente directo del actual Real Moto Club de Cataluña.
Al igual que en el caso de la Marquesa de Moragas, el título nobiliario fue creado expresamente para él. Así, el 14 de octubre de 1924, Alfonso XIII creaba y concedía la Baronía de Rialp a D. Claudi.
Ese mismo año, su hijo Joan Claudi de Rialp i Pons fue nombrado Cónsul Honorario de Polonia en Barcelona, aunque no está claro que la familia tuviera intereses en dicho país. Joan Claudi inició carrera en el ejército pero la dejó en 1931, al proclamarse la Segunda República. Este fue el inicio del declive.
En 1937, él y sus dos hermanos fueron apresados por la milicia republicana que buscaba a su padre. Puestos en libertad, probablemente por la intervención del Consulado de Polonia, huyeron hacia Francia. Sin embargo, fueron apresados de nuevo en Puigcerdá. De esta forma perdiendo la mayor parte de sus bienes durante la Guerra Civil.
Sin embargo, mantuvieron la casa hasta los años ’60 cuando fue vendida.
En los ’80 se transformo en restaurante. En la actualidad no os puedo asegurar qué es, pero vi ropa tendida y buzones, así que me voy a aventurar a decir que vuelve a ser domicilio particular.
Para decorar el comedor de la casa, probablemente por consejo del arquitecto Rubió i Bellver, los Rialp encargaron al pintor noucentista Joaquim Torres Garcia un conjunto de nueve cuadros que forman un mural de 13 metros. Éstos fueron realizados entre 1905 y 1906, es decir antes de que se empezara a construir la torre, pero expresamente destinada a ella.
Torres Garcia fue el pintor noucentista por excelencia. Sin embargo, protegido de Enric Prat de la Riba, cuando éste falleció perdió toda su posición. Hasta el punto de que Puig i Cadafalch lo despidió impidiéndole terminar la decoración del Saló de Sant Jordi de la Generalitat o los Rialp le negaron que pudiera fotografiar su mural.
Así, tuvo que salir de Barcelona y buscar mejor suerte por Europa y América. Este destierro provocó que su pintura evolucionara hasta la modernidad más descarnada. Al mismo tiempo, en Barcelona sus obras noucentistas iban siendo ignoradas y destruidas.
De esta forma, los frisos de la Casa Rialp se convirtieron en una de las pocas obras de su época noucentista que quedan.
En 2001, el Museo Nacional de Arte Reina Sofía las adquirió. Si te apetece, puedes verlas en su web http://www.museoreinasofia.es/coleccion/autor/torres-garcia-joaquin.
Información
Dirección: Calle Dominics
FGC: Parada Avd. Tibidabo
Mis fuentes: Storify
Seguro que quieres ver mis fotos: Google+
fantastic street, what story we are learning of Barcelona. Thanks for sharing this with us and making us discover hiding places in Barcelona
Thank you Kelly! I realy like your feed back.
Molt bona feina! molt interesant! ànims i cap endavant.
Moltes gràcies Carmen!
Quantes sorpreses al carrer dels dominics, Gràcies per compartir-les.
Gràcies a tu per llegir-me i comentar!
Moltes gracies per tota aquesta informació, a mi m’ha passat com a tu, venia de veure la torre bellesguard i m’he topat amb la plaça calvó i aquest edifici de la cantonada.
Gràcies a tu per llegir-me!
El restaurante Servicio Wilson , a mediados de los 90, fue adquirido a sus propietarios originales (un grupo de socios entre los que estaba, además de Custo, Sandro Rosell) por el empresario Javier Bordas, quien mantuvo el nombre pero lo convirtió en bar de copas. . Ignoro cuando cerró sus puertas pero tengo muy buenos recuerdos de la vida nocturna de la Barcelona de aquellos tiempos y de ese local en particular.
Enhorabuena por el interesantísimo blog que escribe Ud. Es un placer recorrer la Barcelona olvidada de su mano
Muchas gracias Juan Luis, es un placer tener lectores como Ud.