La Avenida Tibidabo nació como una de las zonas más exclusivas de Barcelona y, aun hoy, continúa manteniendo su carácter. Ver subir al histórico Tramvia Blau, contemplar sus casas singulares, disfrutar del amplio paseo sigue siendo todo un lujo.
Detengámonos en sus elementos más singulares.
El Tramvia Blau
Resulta inevitable empezar por el Tramvia Blau, y es que es difícil imaginar la Avenida Tibidabo sin él.
El Tramvia Blau nació al mismo tiempo que la Avenida y el funicular y su supervivencia ha estado íntimamente ligada a ellos.
Se construyó con la idea era asegurar el transporte a la cumbre, uniendo la línea de tranvía de Sarrià, ya existente, y el funicular. Y fue un éxito para el Tranvía y para la Avenida. Si quieres conocer la historia, puedes leer mi post: Tibidabo (1): la Avenida.
Sin embargo, el Tramvia Blau, no nació azul sino verde. Y es que los coches fueron de color verde claro hasta que, en 1945, tuvieron un accidente y fueron repintados.
Lo que no ha cambiado es su vocación lúdica, íntimamente ligada al parque de atracciones. Esto le permitió sobrevivir. Así, desde 1972, cuando desaparecieron el resto de tranvías de la ciudad, hasta que en 2004 apareció el nuevo Tram, fue el único tranvía circulando por Barcelona, aunque fuera como atracción turística.
La plaza J.F. Kennedy
Antes de adentrarnos en la Avenida Tibibado, detengámonos un momento en la Plaza J.F. Kennedy.
La plaza Kennedy está justo donde empezaba el antiguo Torrent de l’Infern. Aunque la prolongación de Balmes se inauguró en 1930 y se soterraron los ferrocarriles en los años ’50, la plaza no recibió nombre hasta 1984.
El nombre es un homenaje a la Embajada de USA que, durante la Guerra Civil, albergó el domicilio particular de Madronita Andreu (donde hoy está el Abac). Más abajo te lo explico.
Sin embargo, todavía tardarían 4 años más en inaugurar la plaza, tal y como la conocemos hoy, con su característico muro de contención, el pavimento cerámico, la balaustrada, el bar con terraza y la zona de juegos con un montón de árboles. Si teneis niños, es genial porque pueden jugar mientras los vigilas tomando algo a la fresca.
En medio de la plaza está la escultura «Columnes de terme» de Xavier Corberó. Este escultor fue quien diseño las medallas olímpicas. Además, Corberó tuvo un importante papel mediador para que un gran número de artistas participaran en el programa que, durante los ’80, llenó de estatuas Barcelona.
La escultura ha tenido una vida agitada. Ffue donada por el Instituto de Estudios Norte Americanos de Barcelona y enseguida se deterioró. Hasta tal punto que, en 2002, este mismo Instituto recogió la escultura, la llevó al Sr. Corberó para que la reconstruyera y la volvió a colocar.
Como curiosidad, he leído que Joan Manuel Serrat le dio su loro a Xavier Corberó. Y es que se ve, que el loro en cuestión, que se llamaba Matías, no hacía más que repetir las voces de las chicas que habían pasado por casa de Serrat y, claro, cuando se casó con Candela esto resultó un problema.
Casa Madronita Andreu (ABAC)
Dejamos la plaza y nos dirigimos al número 1 de la Avenida, donde se encuentra la antigua Casa Madronita, hoy ocupada por el restaurante2 estrellas Michelin ABAC. Exclusivo, selecto y moderno, su chef es el muy mediático Jordi Cruz.
En este mismo lugar, justo al lado del parque de la Tamarita , se levantó un kiosko de bebidas en 1901 que dio paso, en 1906, al pabellón de espera del Tranvía Blau hasta que, en 1934, se construyó la Casa Madronita Andreu.
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Cuando se realizó la rehabilitación para abrir el ABAC, en 2005, se incorporó un edificio de nueva planta de línea minimalista que es el que se puede contemplar desde la calle. Sin embargo, en el interior se mantuvo la construcción de 1934 fusionándola con el nuevo edificio.
Quiero hacer una mención, aunque sea breve, a la vida de Madronita Andreu, quien merecería un post por si sola. Madronita fue la menor de las 3 hijas del Dr. Andreu y supo aprovechar su posición para convertirse en una mujer independiente y avanzada a su tiempo.
De una gran cultura y apasionada por el cine, fue la primera mujer española en manejar una cámara. Durante toda su vida estuvo filmando imágenes de su familia, hasta el punto de poder componer su biografía con el material filmado. Así, en los Goya de 2004 se galardonó como mejor Documental “Un Instante en la vida ajena”, dirigido por José Luis López Linares. Este documental selecciona material filmado por Madronita desde 1922 a 1980. Puedes verlo en YouTube.
Madronita se casó, en segundas nupcias, con Max Klein, Presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en España y unos de los introductores del baloncesto en España.
En 1937, cuando el gobierno de la República se instaló en Barcelona, el Consulado General de los EE.UU trasladó su sede, provisionalmente, a la casa de los Klein y funcionó como Embajada. Resulta curioso que, para advertir a la aviación y evitar los bombardeos, se pintara en el tejado una enorme bandera estadounidense. Lo cierto es que funcionó y no cayó ni una bomba en toda la Avenida.
La Rotonda
Fotos de Orgullosa de mi ciudad .
Justo enfrente del ABAC, en el número 2 de la Avenida, donde está la parada del Tramvia Blau, sobrevive la Rotonda.
Aunque su estado actual no deje verlo, la Rotonda es un maravilloso edificio modernista, encargado por el Dr. Andreu a Adolf Casamitjana.
Aunque nació como casa familiar, ya en 1918 fue inaugurada como el hotel de lujo Metropolitan. Dos años despues, en 1920, Sagnier lo reformó y amplió incorporando su elemento más característico: el templete circular de la esquina que encargo al reputado Lluis Bru i Salelles.
Primero como Metropolitan y luego como Hotel la Rotonda, durante décadas fue un hotel de lujo por el que pasaría lo más selecto de la sociedad. Sin embargo, a partir de los ‘50 empezó su decadencia.
En los 70 cerró para convertirse en un lúgubre hospital geriátrico. Su utilización como hospital lo destrozó por dentro. Utilizaron materiales malos para su adaptación, como uralita para la cubierta del patio o el suelo de gres que eliminó los azulejos centenarios. Hasta el templete circular se vio afectado y perdió parte del mosaico porque fijaron un tabique con hormigón.
En 1999, Nuñez y Navarro compró el edificio y lo tuvo cerrado y deteriorándose lentamente hasta 2011. A pesar de la lucha vecinal, en 2012 Núñez y Navarro derribó toda la parte Noucentista que realizó Enric Sagnier durante los años 30 y 50 como ampliación. En su lugar está construyendo un pegote, se supone que moderno, con planchas de lo que parece pladur. Una verdadera lástima.
Torre del Dr. Andreu
Subiendo la Avenida, en el número 17-19, nos encontramos la Torre del Dr. Andreu. Verás que de casa del Dr. Andreu en Avenida Tibidabo hay un montón. La propia Rotonda se llama, en realidad, Torre del Dr. Andreu y también son Torre del Dr. Andreu los números 21 y 36. Sin embargo, es esta, la del número 17, la que, en 1918, encargó el Dr. Andreu para ser su residencia.
El edificio, de estética noucentista y aires parisinos, es obra de Enric Sagnier y, actualmente, lo ocupa la Mutua Universal.
Durante la Guerra Civil fue confiscado por las autoridades republicanas y se convirtió en sede del Consulado de la Unión Soviética que, hasta entonces, ocupaba un espacio del hotel Majestic de Paseo de Gracia. Con el traslado del gobierno de la República a Barcelona se convirtió en embajada.
Para protegerse de los bombardeos franquistas, se construyó un búnker subterráneo que todavía se conserva. Este búnker contaba con cocina, lavabos, dormitorios y despachos. Tenía su propia electricidad, con un generador de gasolina, su depósito de agua y, muy importante, su propio sistema de ventilación. Puede visitarse con permiso de la Mutua Universal.
Desde este edificio se dirigió la purga de anarquistas y su encarcelación en checas. De hecho, es muy probable que el Consulado y la checa de la Tamarita estuvieran conectados por un túnel.
Casa de Enrique Granados
Justo enfrente de la Torre del Dr. Andreu, en el número 18, se encuentra la Casa de Enrique Granados. Muchos más austera que las casas que la rodean, la pobre casa da un poco de penita por lo descuidada que está.
El Dr. Andreu era un apasionado de la música. De hecho, eran celebres las veladas musicales en los jardines de su casa.
Así que, mecenas como era, en 1911 hizo construir esta casa para que el célebre pianista Enrique Granados dispusiera de un auditorio. A cambio, Granados impartiría clases de piano a sus tres hijas, Carmen, Madronita y Paquita.
Desde esta sala, Granados no sólo exhibió sus propias composiciones ante la alta burguesía, sino que también hizo que sus alumnos tuvieran su primer contacto con el público.
El edificio contaba, además del auditorio, con un pequeño apartamento en la planta superior y un precioso jardín. Granados solía contemplarlo desde la ventana del apartamento para inspirarse. De hecho, la primera partitura de El libro de las horas se titula En el jardín.
De esta época también son las célebres Goyescas y Cuentos de juventud.
Sin embargo, Granados pudo disfrutar poco de su sala de conciertos. En 1916 falleció, junto con su mujer, al ser torpedeado por un submarino alemán el barco en el que volvían de New York tras actuar en la Casa Blanca.
Tras el fallecimiento del Dr. Andreu, la finca pasó a manos del empresario Pedro Maria de Reinosa Vilanova que la puso en alquiler. Fue alquilada, en 1936 por la Voz de España para instalar su estudio de doblaje y allí estuvo hasta 2010, cuando, tras la revisión del contrato de alquiler, decidió trasladarse a Cornellà.
Desde entonces está en venta sin que encuentre comprador ya que, por norma municipal, sólo puede dedicarse a equipamiento. Así resiste, desamparada y olvidada en la noche de los tiempos.
Torre Salvador Andreu
Justo al lado de la Torre del Dr. Andreu (núm. 17) se encuentra otra casa de nombre similar, la Torre Salvador Andreu. Aunque estéticamente no se parece en nada a la anterior, fue realizada por el mismo arquitecto, Sagnier, en la misma época, 1905 y con el mismo estilo, noucentisme.
En 1935, Santiago Dexeus inauguró en este edificio la primera clínica maternal privada de España, la Clínica Mater.
Ahora podemos encontrar el Consorci de Salut i Social de Catalunya.
Torre Ignacio Portabella
Subiendo un poco más, en el número 27, encontramos la Torre Portabella. Aunque en el directorio del Ayuntamiento la llama Casa Bernat i Creus, lo cierto es que todo el mundo la conoce por la Torre de Ignacio Portabella.
Esta casa fue encargada por los pintores-decoradores Bernat i Creus como residencia de verano. Posteriormente la propiedad pasó a manos de Ignacio Portabella.
Los Bernat i Creus estaba establecidos en Paseo de Gracia y eran también propietarios del solar contiguo. Esta casa contigua, que recuerda un castillo, es conocida como Casa Bernat i Creus (aunque para el Ayuntamiento es, simplemente, torre unifamiliar).
La Torre Portabella no fue realizada por un arquitecto, sino por el maestro de obra Josep Pérez Terraza, discípulo de Domenech i Muntaner, en 1906 y sería una de sus últimas obras ya que falleció en octubre de ese mismo año.
La construcción ganó el Diploma honorífico en el Concurso anual de edificios artísticos de 1907.
En 2006 se restauró la fachada. Se recuperaron las pinturas originales de la fachada principal que representa la primavera, la del lado mar que representa el verano y la de la fachada posterior que representa el otoño. Sin embargo, no se tenían documentos gráficos de la fachada del lado montaña, que debía representar el invierno, así que se realizó una reinterpretación.
No obstante, no se pudo recuperar el característico pináculo que remataba la torre, ni las esculturas que flanqueaban la puerta principal.
Casa Macaya – 32 de Avenida Tibidabo
Un poco más arriba, en el número 32 de la Avenida, se encuentra la antigua Casa Macaya, construida en 1918 para Román Macaya. Uno de los promotores de SA Tibidabo, quien también encargó el fantástico palacio de Paseo Sant Joan, obra de Puig i Cadafalch.
No obstante, si incluyo esta casa en este recorrido no es por su valor arquitectónico. Entendedme, yo ya me la quedaba ya, pero comparado con las casas de al lado…
En fin, que si la destaco es porque Carlos Ruiz Zafón, en La sombra del viento, situó su Palacio Aldaya en el número 32 de la Avenida Tibidabo. Es decir, aquí.
Os aseguro que hay una verdadera pasión por encontrar las localizaciones de Zafón en Barcelona. Si no me creéis, clicad aquí:
Casa Roviralta (El Frare Blanc)
Justo enfrente del «Palacio Aldaya» se encuentra la fantástica Casa Roviralta, más conocida como el Frare Blanc.
El nombre no le viene por el blanco de sus paredes, sino por la indumentaria de los monjes dominicos, antiguos propietarios del terreno.
Originariamente, en este lugar estaba la masía de Can Gomis del siglo XVII que sería adquirida por los monjes. En 1899, fue adquirida por la SA Tibidabo. Si quieres conocer la historia, aquí te la explico.
La Casa Roviralta fue encargada, en 1903, por Teodor Roviralta, dueño de la empresa Uralita y uno de los fundadores de SA Tibidabo, como residencia familiar a Joan Rubió i Bellver. Actualmente, acoge el restaurante El Asador de Aranda.
De estilo neogótico y espléndidas paredes blancas es, para mí, la casa más bella de la Avenida. Si puedes, ven de noche, iluminada es aun más bonita.
La plaza del Dr. Andreu
Dejamos la parte recta de la Avenida y empezamos a subir las curvas de la montaña.
Al final, llegamos a la plaza del Dr. Andreu que fue construida como enlace entre el Tranvia Blau y el Funicular.
Justo al pie de la fantástica casa-mansión Arnús, la plaza es, en la actualidad, una zona de ocio llena de bares y restaurantes. Aquí puedes disfrutas desde los cócteles del famoso Merbeyé de Loquillo, hasta la comida de La Venta o, simplemente, las vistas del Mirablau.
Se ve que lo de zona de ocio viene de lejos. Si hubiéramos subido hace 100 años ya habríamos encontrado la Estación del Funicular y un restaurante justo al lado, el Café Restaurante Funicular.
Una curiosidad, leo en avingudadeltibidabo.blogspot.com.es/ que en el restaurante La Venta, hace años, había un cartel que ponía «Si le molesta el sol pida un sombrero» y que, realmente, dejaban sombreros a sus clientes.
La casa Arnus
Para finalizar el recorrido por las casa de la Avenida Tibidabo, nos queda la espléndida mansión de Manuel Arnús.
En 1900, el Dr. Manuel Arnús, sobrino del banquero Evarist Arnús, encargó a Enric Sagnier la construcción de una casa de veraneo, junto con una cochera y la casa del portero (que con la del portero yo ya me conformaba). Si queréis ver la casa del portero, tenéis que subir un poco por la calle Manuel Arnús. Como a la mitad veréis la construcción de piedra neogótica.
La casa es conocida como El Pinar porque en el momento de la construcción se respetó un bosquecillo de bosques que había en el lugar. En la actualidad, el bosquecillo se ha convertido en una fantástica pineda.
También se la conoció como la Casa de la Bruixa por su aspecto de cuento de hadas. Si algún dia salís del metro de Vallcarca cuando está oscuro, no os perdáis el espectáculo de ver la Casa Arnús y el parque de atracciones iluminados. Entenderéis porqué le llamaban la Casa de la Bruixa.
Durante la Guerra Civil, como casi todas las casas de la zona alta, fue requisada para acoger refugiados que huían de los fascistas.
Tras la Guerra fue entregada a las Hermanas de la Caridad de Sant Vicenç de Paül que se dedicó a acoger niños huérfanos. Sin embargo, no os dejéis engañar, estos internados fascistas estaban pensados para reeducar y socializar a los hijos de los «rojos» y los hacían vivir en condiciones deplorables. Si queréis saber cómo era El Pinar como internado, leed el artículo «Los internados del franquismo«, de Carina Farreras, publicado en La Vanguardia del 15 de noviembre de 2009.
En 1976, la Casa Arnús fue adquirida por la Fundación ASEPEYO que la restauró. Actualmente sigue siendo sede de esta Fundación.
Como visitarla es complicado, os dejo unas fotos del interior que he encontrado en el blog Orgullosa de mi ciudad y en la web enricsagnier.com.
Información
Dirección: Avenida Tibidabo
Metro: FGC parada Avd. Tibidao
Visitas: Es una calle pública pero el fin de semana se pone a tope de turistas. Entre semana están los colegios. Así que, si quieres estar tranquilo, lo mejor es prontito un domingo.
Mis fuentes: Storify
Mis fotos: Google+
fantástico el vídeo, un gran lujo de Barcelona.
Me encanta pasearla. Despues de semana santa nos hacemos una ruta. Gracias guapi por el apoyo.
Muy chulas las foto. Me encanta la historia de cada sitio. Amazing photos thanks for sharing this hiding places of Barcelona. Good Job
Thanks again
Thanks a lot. I hope see you again!
He estat uns dies fora, aprofitant els últims dies d´AP que em quedàven i ho acabo de veure, és interessantíssim, molt bona feina feta Natacha! Quines ganes d´anar- hi!
Moltes gracies! Aviat primera ruta. T’hi espero!
Molt bona feina feta Natacha! Quines ganes d´anar-hi!
Moltes gracies! T’espero a la primera ruta!
Muchas gracias . Deseo volver a esta zona. Me apunto a la ruta !!!!
Gracias Isabel!
Feina molt ben feta, molt interessant, ànims i cap endavant!. Si puc, m’apunto a totes les sortides.
Genial! Gràcies per llegir-me!