Biblioteca pública Arús (I).

Los inicios: la primera biblioteca pública de Barcelona

La Biblioteca pública Arús es un lugar discreto, distinguido y misterioso. Especializada en masonería y anarquismo, la Biblioteca ha sabido sobrevivir a la Guerra Civil, al franquismo e, incluso, a internet y, aún hoy, sigue acercando un mundo lleno de enigmas a todo aquel que quiera visitarla.

Su exterior discreto, apenas señalado con un farol, su espectacular entrada, su reproducción de la Estatua de la Libertad, sus muebles de caoba, sus fantásticas librerías… Todo en ella evoca aquella época en la que los libros eran la Fuente del conocimiento y la cultura.

Y es que la historia de la Biblioteca Arús es la historia de un sueño. La historia del trabajo dedicado de un grupo de idealistas que creen en la cultura como herramienta de progreso y que aman su trabajo y a la biblioteca.

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Rossend Arús

Rossend Arús

Todo comienza con Rossend Arús.

Imaginaos, años 80 del siglo XIX: hace apenas 30 años que se han derribado las murallas de Barcelona y se está construyendo el Eixample. Es el momento en que nace el Modernismo, sostenido por una rica burguesía que, sin embargo, explota a unos obreros incultos y agotados. Explotación que acabará derivando en los hechos de la Semana Trágica y las revueltas anarquistas de principios de siglo XX.

Pero no adelantemos, esto todavía no ha pasado y un joven rico e idealista, Rossend Arús, está convencido de que la ignorancia es una “calamidad social” y de que, como dice una màxima en una de sus librerias, «cuanto más ilustración tiene un pueblo, más lejos está del absolutismo», así que decide que hay que acercar la cultura al pueblo.

Pero, ¿quién era este joven? De familia muy adinerada, Rossend Arús fue un exitoso autor teatral y el primero en escribir, en catalán, obras de teatro en prosa, para acercar el teatro al pueblo. Catalanista-federalista, librepensador, masón y amante de los toros, llegó a fundar la revista taurina “Pepe Hillo”.

Como masón formó parte, entre otras, de la logia La Fraternidad y de la logia La Verdad. Fue gran presidente del Gran Capítol Català y fundó la logia Avant, precursora de la Gran Lògia Simbòlica Catalano-Balear. Ya en 1884 había alcanzado el grado 33, máximo grado del rito escocés, y en 1886 fue escogido Gran Maestro de la Masonería catalana. Dirigió, en colaboración, el Diccionario enciclopédico de la masonería.

Publicaciones de la época le describen como “amigo de sus amigos, campeón de todas las buenas causas”, “… siempre franco, leal, abierto y comunicativo, vestido con su americana y con su sombrero hongo, desdeñando la ostentación y el empaque como cosas si acomodables a su posición social”. Ya os adelante que, como el destino es caprichoso, si hoy estoy hablando de Arús no es gracias sus méritos propios, sino, precisamente, gracias esta forma de ser que le permitió ganarse la complicidad y la generosidad de sus amigos quienes, al final, hicieron realidad su sueño.

Así, en una época en la que todo estaba por construir, puedo perfectamente imaginármelo sentado en un café con sus amigos “salvando al mundo”:
‘Hay que hacer llegar la cultura a los obrero. Son necesarias bibliotecas populares donde puedan aprender a leer y culturizarse. Haremos una casa consistorial y una escuela al pueblo de mi madre, Das. Y lo mismo en el de mi padre, L’Hospitalet. Y construiremos una biblioteca popular a Barcelona….’

¿No os lo imagináis?

Nace la primera biblioteca popular de Barcelona

En todo caso, lo cierto es que, si bien no pudo salvar al mundo, si consiguió que se realizaran sus proyectos.

Así, cuando muere, con sólo 47 años, un grupo de amigos masones, encabezados por sus albaceas Valentí Almirall y Antoni Farnés, deciden cumplir lo que tantas veces habían proyectado. Y lo hicieron por pura pasión, por convencimiento, ya que el testamento no les obligaba a ello.

Así, con generosa discreción, Almirall y Farnés terminaron la construcción de las Casas Consistoriales y las escuelas de Das y L’Hospitalet del Llobregat y convirtieron la que fue la vivienda de Arús en la primera biblioteca popular de Barcelona.

Para ello, transformaron el interior de la vivienda en amplios y luminosos salones decorados en madera de caoba y abrieron una entrada independiente con una señorial escalinata de mármol blanco, coronada por una reproducción de la Estatua de la Libertad en bronce.

Y todo ello destinado al pueblo llano.

¿Os lo podéis imaginar? Finales del siglo XIX, Barcelona está claramente dividida en dos clases sociales antagónicas, la burguesía demostrando su poderío por todo el Eixample y el proletariado famélico y agotado. En medio de esta creciente lucha de clases, unos burgueses masones deciden abrir una biblioteca para obreros en un espacio lleno de mármol y caoba.

Fijaos si estaba destinada al pueblo llano, que el horario de la Biblioteca se decidió en función de las necesidades de los trabajadores, que sólo podían acudir cuando acababan sus largas jornadas de trabajo. Así, en la hemeroteca de La Vanguardia podemos ver como empezaron cerrando a las 20 horas, más tarde a las 22 hasta llegar a la 1 de la noche.

Da qué pensar, ¿no?

En todo caso, lo cierto es que la Biblioteca Arús fue inaugurada el 24 de marzo de 1895, con un fondo de 4000 libros provenientes de la colección particular de Rossend Arús, más 20.000 libros elegidos y comprados con mimo por Vicent Almirall, incluidos algunos incunables.

Fue la primera biblioteca popular de la ciudad Condal y en su inauguración participaron más de 150 entidades de todo tipo, lo que da una idea de la importancia que tuvo para Barcelona.

Su primer bibliotecario fue Eudald Canivell, autodidacta, tipógrafo, anarquista y masón. A este le siguió, en 1923, Josep Buxadé, escritor y periodista a cuya muerte, en 1939, se cerró la biblioteca. Y así estuvo hasta 1967. Pero eso es otra historia.


Si quieres saber más:
Biblioteca pública Arús (II). Los símbolos: masones y librepensadores.
Biblioteca pública Arús (III). El bibliotecario, el conserje y el submarino.


Información

Dirección: Ps. San Joan,
Metro: Arc de Trionf
Visitas: la Biblioteca está abierta al público. No obstante, hay salas que sólo se abren en días de puertas abiertas. Si quieres ver el cuadro de D’Artagnan tendrás que aprovechar un dia así.
Mis fuentes: Storify
Mis fotos: Google+


3 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Excelente artículo. Enhorabuena, Nat Viada. Con tu permiso lo comparto en @letrasymusica. Gracias de antemano. Saludos.

    1. Nat Viada dice:

      Muchas gracias Irene. Por supuesto, estare encantada de que lo compartas. Saludos

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